Haciendo parapente en Playa La Ropa, Zihuatanejo, México.
Fotos de noviembre en México.
Y de repente estaba ahí arriba. Mirando el Pacífico pero viendo mucho más. El silencio del cielo se parecía a mi paz y el vértigo se parecía a mi alegría. A qué le podía tener miedo, si siempre todo termina siendo como debe ser. Si tengo la mejor familia del mundo, si mis amigos de Baires esperan que llegue y los de México esperan que vuelva. Si parece que Ismael y Sabina fueron al DF el mismo fin de semana sólo para mí. Si subimos a las Pirámides de Teotihuacán, si bajamos al fondo del mar a ver pececitos de mil colores. Si pisé el Zócalo y estuve frente a la cama de Frida. Si él me incluye en esa categoría de mujer mientras toca la guitarra con su voz partida. Si tenemos mojitos de La Bodeguita del Medio. Si vimos a Julio Bocca bailar nuestra música a 10.500 km de casa y a Fito cantar Cadáver exquisito. Si se nos hizo tan grande el corazón que somos capaces de darle un valor incalculable a un alfajor. Si para reírnos sólo necesitamos estar juntas bailando y cantando “estos días que corren mi amor, es aquí que nos tocó vivir”.
Y de repente estaba ahí arriba. Mirando el Pacífico pero viendo mucho más. El silencio del cielo se parecía a mi paz y el vértigo se parecía a mi alegría. A qué le podía tener miedo, si siempre todo termina siendo como debe ser. Si tengo la mejor familia del mundo, si mis amigos de Baires esperan que llegue y los de México esperan que vuelva. Si parece que Ismael y Sabina fueron al DF el mismo fin de semana sólo para mí. Si subimos a las Pirámides de Teotihuacán, si bajamos al fondo del mar a ver pececitos de mil colores. Si pisé el Zócalo y estuve frente a la cama de Frida. Si él me incluye en esa categoría de mujer mientras toca la guitarra con su voz partida. Si tenemos mojitos de La Bodeguita del Medio. Si vimos a Julio Bocca bailar nuestra música a 10.500 km de casa y a Fito cantar Cadáver exquisito. Si se nos hizo tan grande el corazón que somos capaces de darle un valor incalculable a un alfajor. Si para reírnos sólo necesitamos estar juntas bailando y cantando “estos días que corren mi amor, es aquí que nos tocó vivir”.