Esta noche me voy, bailando.
Por eso ahora vamo´ a bailar,
para cambiar esta suerte.
Si sabemos gambetear para ahuyentar la muerte.
Y por que sí, porque sobran las bolas,
de matarla con el pecho y no tirarla afuera.
Para jugar de local en cualquier cancha,
aunque pongo el corazón y vo´ ponés la plancha.
Y, porque soy de la escuela del Burro,
voy con la fantasía a la estrategia fría.
Y, si no hay copa, que haya cope para la gente,
que salta sobre el dolor y nace nuevamente...
¡Vamo´!...
Y si me voy,
así como de repente,
es como un viaje más para el que viaja siempre.
Si he de morir,
no quiero como la oveja,
que cuando no da más lana el amo la degüella.
Tomala vos, dámela a mí,
si te quedas... ¿por qué no venis?
Movela como sea,
que ya llegó la hora del baile de la gambeta.
Para cambiar de suerte
fantaseo una jugada
hay que ahuyentar la muerte con la pelota encendida.
Para cambiar de suerte
lleva el alma de una queja
hay que ahuyentar la muerte
y el cuero es pura vida.
Para cambiar de suerte
si la suerte ya está echada
hay que ahuyentar la muerte.
Y es el final del partido,
para cambiar de suerte
meto un gol de corazón
hay que ahuyentar la muerte.
Para gritarle al olvido
para cambiar de suerte.
Por eso ahora vamo´ a bailar,
para cambiar esta suerte.
Si sabemos gambetear para ahuyentar la muerte.
Y por que sí, porque sobran las bolas,
de matarla con el pecho y no tirarla afuera.
Para jugar de local en cualquier cancha,
aunque pongo el corazón y vo´ ponés la plancha.
Y, porque soy de la escuela del Burro,
voy con la fantasía a la estrategia fría.
Y, si no hay copa, que haya cope para la gente,
que salta sobre el dolor y nace nuevamente...
¡Vamo´!...
Y si me voy,
así como de repente,
es como un viaje más para el que viaja siempre.
Si he de morir,
no quiero como la oveja,
que cuando no da más lana el amo la degüella.
Tomala vos, dámela a mí,
si te quedas... ¿por qué no venis?
Movela como sea,
que ya llegó la hora del baile de la gambeta.
Para cambiar de suerte
fantaseo una jugada
hay que ahuyentar la muerte con la pelota encendida.
Para cambiar de suerte
lleva el alma de una queja
hay que ahuyentar la muerte
y el cuero es pura vida.
Para cambiar de suerte
si la suerte ya está echada
hay que ahuyentar la muerte.
Y es el final del partido,
para cambiar de suerte
meto un gol de corazón
hay que ahuyentar la muerte.
Para gritarle al olvido
para cambiar de suerte.