10.3.13
8.1.13
30.5.12
3.5.12
10.4.12
23.1.12
5.1.12
1.12.11
30.9.11
20.6.11
9.6.11
26.5.11
24.3.11
Ni siquiera intento olvidarte, ahora que no te elijo es tan natural que no estés, no esperarte, vivir sin calcular 7 horas más. Ahora es la hora que es y me toca quien está. Pero hoy te me apareciste en frente, como alguien que te quiere asustar y se me cortó la respiración por un segundo; pero no elegí pelearme con el pasado ni con el futuro que no fue, sonreí y detuve ese pedacito de tiempo que nos volvió a unir con una foto, después te guardé en un lugar sin nombre de este corazón y me subí al avión para regresar al oeste de vos.
21.10.10
2.10.10
27.9.10
28.8.09
Cansada de escuchar, te encontré del otro lado de las palabras.
Del otro lado del yo, del vacío, del silencio, de la piel a la fuerza y de la piel sin mañana. Del otro lado de la locura que hace crecer muros para que no se vea la realidad. Del otro lado de la muerte en vida.
Nunca había imaginado que eran las mismas escaleras las que llevaban a ese lugar donde siempre es ahora, y entonces se puede sentir que hay un poco más de inocencia que allá afuera.
Te encontré ahí donde hay leyendas en cada estante, risas por todos los rincones, luchas de grandes guerreros, dibujos que hablan, cama para tres con dulces más ricos y cucharas. Ahí donde aprendí cómo ven tus ojos, del otro lado de la pared.
11.7.09
Quizás sólo vos entiendas los miles de besos que sólo buscan que sea la última boca, el avión que cruza de sur a norte por unas horas nomás, un timbre y un rocanrol sonando de madrugada, las ilusiones de una estación, las cartas escritas para ser enviadas.
Quizás los demás realmente no sepan cuánto puede doler el corazón, pero menos cuánto puede sentir. Maybe, peut etre y quién te dice… como escribió él. A vos te dejaron por no leer su libro y a mí por escucharte a vos.
8.7.09
Los días son largos, el océano enorme y las depresiones profundas pero no nos separan, ni siquiera nos alejan. Siempre habrá una nueva ciudad para caminar y reírnos y besarnos y decirnos hasta la próxima ciudad.
Entonces me voy pero te llevo y cada noche dormís al lado mío en una piedra de la playa de Coruña, y tomo una cerveza que quiere ser esa caña de Madrid quand je veux bien que estés ahí… tantas cosas cambian su significado cuando uno las vive, el mundo jamás podrá mirar la Tour Eiffel como la miro yo.
16.4.09
Un mundo por un abrazo, pero ese era su mundo.
Causa y efecto de la vida de una niña que dice poder hacerlo sola. Y puede, puede todo pero paga caro: paga con historias de sobremesas, abre la puerta del cielo de los cielos, hace fuerte su punto débil, comparte el dolor de las guitarras, el secreto del chocolate, las horas de Paris, sus besos, sus ganas, su cuerpo y sale corriendo de madrugada, cuando compartir la cama quema.
18.11.08
1.10.08
27.5.08
24.3.08
Julio de 2007. La Roma, México DF.
Deseos de vivirte
prohibición de vivirte
nunca el tiempo retrocede a mi favor.
O quizás a mi favor, esto sea así
pero no hay manera de verlo hoy,
con tu libro en mis manos.
Noche en La Roma,
besos de esquina,
besos de plaza,
besos con policía,
besos que podrían enamorar.
Noche en La Roma,
besos de hotel,
besos con reloj,
besos de babas,
besos que no deben enamorar.
Buenos días.
Gracias.
Buenas noches.
Besos que hubieran deseado ser con ilusión.
29.12.07
Del lado allá, todos nos esperan. Del lado de acá, así leemos "Aeropuertos Argentina 2000", con las lágrimas ya en los ojos.
13.12.07
Hoy es un lujo tomar mate con facturas en la casa de una amiga, juntarme una noche con Fede, Ubi, Pau y Pablo, cenar en Palermo con las chicas, ir a hacer las compras con mi mamá, salir de shopping con mi hermano, ir a la tarde a la casa de mi tía, pasar un domingo a la mañana con mi papá, tener una fiesta con los chicos de Wunder, juntarme con Nati y Paulita, ir al depa de Fran. Y mañana será un lujo tener a sólo unos metros a gente como él, relajar 5 minutos, mirar el DF por la ventana y simplemente charlar.
25.10.07
28.8.07
25.8.07
México, Pie de la Cuesta. 17, 18 y 19 de agosto.
La banda de La Martine se fue a pasar el fin de semana a Pie de la Cuesta!!! Nos faltaron Bianquita, Seba, Pao, Nachito, la Colo y el inigualable Cholo :(
Como dice Pablito en la canción del video, acá estamos... ganándonos la vida, felices, con las manos de nuestra familia que de alguna manera siempre se transforman para acariciarnos y sentirnos cerca.
Cada día se extraña un poco de Buenos Aires, pero también cada día el DF nos da una buena razón para quedarnos... acá va la mejor prueba!
Menos mal - Pablo Ahmad.
Menos mal que el cielo está donde solía
que en el DF a pleno día la luna aún me mira
que tu mano se transforma y desde lejos me acaricia
menos mal que sigo vivo en mi agonía.
Menos mal que tú llegaste a mis días
menos mal que puedo errante hoy por hoy ganarme la vida
si me voy o no estoy
ya no sé, corazón
menos mal que existe Dios y me ilumina.
Menos mal papá y mamá puedo llamarles
cuando junto un par de baros de más para contarles
qué bien me va por acá
o preguntar cómo anda Buenos Aires
menos mal que voy conmigo a cualquier parte.
Menos mal que hay mucha gente
que me da sus corazones
que me dicen "oye, che, ven acá ya no llores"
que la angustia se transforma
en una noche en canciones.
Menos mal que sigo loco y no reaccione
sigo loco y gracias a Dios
lleno de ilusiones.
15.8.07
Torturador y torturado. Ayer regalé Pedro y el Capitán de Benedetti a alguien que sé que lo va a apreciar. Lo que no sé es si a la madrugada me despertó el dolor de ovarios o recordar este libro que había leído ya hace unos años. El dolor me recordaba la frase de mi adorado jefe: “eres tan pero tan mujer que pareces hombre”. Entre sueños este dolor también me recordó las veces que me rompieron el corazón, las veces que estuve del lado del torturado. Y volví a elegir ser siempre el torturado, porque esos golpes que recibimos no lastiman la escencia, la capacidad de sentir, en cambio… ¡pobre del torturador, nunca la tuvo!
24.7.07
Desde un rincón la vi, perderse en el trajín de la Gran Vía.
Como si fuera un defecto me dijeron que era muy Sabina ¿Será porque corro donde otros andan en puntas de pie, grito lo que algunos no se animan ni a pensar y vivo hasta lo que sé que no tiene otro destino más que morir?
Siempre le voy a poner dos puntos más a ese punto final para volver a encontrar a quien quiero de verdad. Y en algún lugar del mundo encontraré al Madrid del 2000.
20.7.07
17.7.07
11.7.07
Hace 1 año me fui llorando, pensando en volver y volví pero sólo por unos días, porque ni la navidad de Paris es mejor que la de Buenos Aires en familia, porque el día del padre no podría haber estado a 10.500 Km. del mejor papá del mundo.
Hace 1 año escribía el post de “Piso compartido” y fue tal cual. Hubo amores, desamores, peleas, borracheras, música, playa, secretos, problemas de limpieza, mascotas, amigos ocultando amantes a los novios y sobre todo hay para toda la vida.
Hace 1 año no sabía la diferencia entre fajitas y tacos y ahora salimos del Pata Negra directo a comer tacos.
Hace 1 año tenía amigos, y ahora tengo los que siguieron siendo mis amigos a pesar de la distancia y toda la banda.
Hace 1 año tenía muchas canciones, ahora también tengo un México Soundtracks.
Hace 1 año amaba a mi familia, ahora sé que es lo mejor que tengo en el mundo.
Hace 1 año tenía un trabajo que no me encantaba, ahora tengo un trabajo de mil horas pero lleno de gente linda, que me mima, que me chifla cuando paso caminando, que me invitan a sus casas, a sus fiestas, que me enseñan sus palabras, que me hacen sentir al DF como un hogar.
Hace 1 año tuve el cumplaños soñado y este año tuve Las mañanitas.
Hace 1 año nadie me tocaba la guitarra, ahora tengo una casa que se llena de guitarras y de música y de baile y de fiesta casi todas las noches.
Ya pasó un año, y como en la peli todavía no fuimos a esos lugares que eran los primeros a los que iba a ir y me doy cuenta que ahora soy yo y un poco de todos ellos. Mientras en Buenos Aires nieva y siempre puedo volver.
8.6.07
17.5.07
18.4.07
Más vale que no tengas que elegir
Joaquín Sabina.
9.3.07
Moi se fue pero su perfume quedó en casa.
François llegó esta mañana y el sentimiento de pérdida que tuve la madrugada que regresó a París se borró en un instante.
Fede y Ubi vienen la próxima semana y el Club de la Serpiente saldrá de las hojas amarillas.
Bian, el depa está hermoso pero la música, el mate, el sol y yo te extrañamos cada mañana, volvé.
21.2.07
Jeans de día, remera, All Star que combinen, jeans más lindo para la noche, remerita, botas, un abrigo, ropa interior, crema, desodorante, cepillo de dientes, dentífrico, pasaporte o DNI o FM3, plata, cámara de fotos, ipod, taxi y a la estación. Eso es todo lo que necesito para cruzar el puente que separa una ilusión de una realidad. Pero cruzarlo, siempre cruzarlo. Siempre salir a buscar. Porque yo, como Fito, no creo en casi nada que no salga del corazón. Porque yo, como el Burro, me cargo el equipo al hombro y busco el gol que gane el partido. Porque yo, como Julio, quiero llegar al cielo de la rayuela.
Es maravilloso el momento en el que arranca el micro, bus, camión o avión. Todos los pensamientos se cruzan a la vez, el corazón late y el riesgo entra en acción. El riesgo que conlleva ir a lo desconocido, desde que el mundo es mundo. Pero esta es la manera en la que llegué a lugares, momentos y personas que hacen que mi vida tenga sentido.
Cada estación te aterriza en distintos idiomas, distintos sueños, distintas personas, pero siempre con esa cosquilla en la panza que te dice que estás vivo:
La estación de Villa Gesell cuando a los 17 años éramos miles, no teníamos responsabilidades, no dormíamos, escuchábamos rock y cumbia, no parábamos de reírnos y teníamos un corazón de mil amores.
La estación de mi barrio que me llevó a San Bernardo, con el corazón apostando una vez más.
El aeropuerto de Barajas, con todo lo que me esperaba en Madrid: Laurita, Moi, la escala a otras ciudades, los bares de Lavapies, las calles de Sabina, los chocolates de Plaza Mayor, aquellos lugares por los que caminaste “sin mí a tu lado”.
La estación equivocada de Barcelona. El desencuentro, la ansiedad creciente y el encuentro.
La estación Atocha, la de Ávila, la de Barco de Ávila y el señor que por fin me llevó a Navalonguilla a la casa de mis abuelos.
La estación soñada durante mil y una noches, la de París.
La estación de Coruña, de madrugada, con frío y vernos sin poder creerlo con Gabi. La misma estación que me regaló una visita a la Torre de Hércules.
La estación de Guadalajara, donde llegaban tus canciones y se iba parte de mi corazón.
El aeropuerto de Ezeiza, ese que dice que estás en casa. Ese en el que encuentro la piel de mi papá, las lágrimas de mi mamá, la impotencia de tener que dejarme ir de mi hermano. Ese que es felicidad en la llegada y tanto tango en la partida.
El aeropuerto de Chile, donde durante dos minutos maldije ir toda mi vida sola al frente y en el que mucho más temprano que tarde me levanté para caminar libre por las grandes alamedas.
La estación del DF, en la que volví a ser pasión dando el primer paso sin miedos ni prejuicios, haciendo lo que sentía y pensado sin estrategias. Porque la estrategia te lleva por caminos seguros pero que van a otros lados, a otras personas que no son totales. La estrategia sólo logra mediocridad en el corazón. Yendo a un encuentro con la magia, yendo a una esquina donde, aunque con miedo, me esperabas. Yendo a una calle donde nos cruzamos con un ángel vestido de mendigo que vino a decirnos qué hermosos somos juntos. Y volviendo con tu voz, tus ojos, tu sonrisa, tus razonamientos, tu pasión y tus sentimientos guardados en el centro de mi corazón. Volviendo con la certeza de haber encontrado a una buena persona, porque para cargar nafta no das las llaves por la ventanilla del auto y esa es una de las pequeñas cosas que para mí definen a una persona. Y con la paz de haberlo dicho todo, sólo esperando que algún día el viento sople a nuestro favor.
Y el aeropuerto de Guadalajara que esta misma noche me trae nada más ni nada menos que a Moi.
Es increíble lo diferente que somos antes y después de una estación, a la vuelta todo se ve distinto aunque permanece idéntico que a nuestra llegada. Las estaciones son el estado pleno de mi alma. Y entonces qué importa si uno llega con una ilusión y vuelve con una lágrima. Nada más importa porque esa lágrima es real, es el otro lado de la misma moneda. Por eso siempre, la próxima estación es esperanza.
14.2.07
11.2.07
La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, (Et tous nos amours, sollozó Emmanuèle boca abajo), lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia (Je n'oublierai pas le temps des cérises, pataleó Emmanuèle en el suelo) se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato. Que era lo que sabía Heráclito, metido en la mierda, y a lo mejor Emmanuèle sacándose los mocos a manotones en el tiempo de las cerezas, o los dos pederastas que no se sabía cómo estaban sentados en el camión celular (pero sí, la puerta se había abierto y cerrado, entre chillidos y risitas y un toque de silbato) y que riéndose como locos miraban a Emmanuèle en el suelo y a Oliveira que hubiera querido fumar pero estaba sin tabaco y sin fósforos aunque no se acordaba de que el policía le hubiera registrado los bolsillos, et tous nos amours, et tous nos amours. Una piedrita y la punta de un zapato, eso que la Maga había sabido tan bien y él mucho menos bien, y el Club más o menos bien y que desde la infancia en Burzaco o en los suburbios de Montevideo mostraba la recta vía al Cielo, sin necesidad de vedanta o de zen o de escatologías surtidas, sí, llegar al Cielo a patadas, llegar con la piedrita (¿cargar con su cruz? Poco manejable ese artefacto) y en la última patada proyectar la piedrita contra l'azur l'azur l'azur l'azur, plaf vidrio roto, a la cama sin postre, niño malo, y qué importaba si detrás del vidrio roto estaba el kibbutz, si el Cielo era nada más que un nombre infantil de su kibbutz.
Rayuela, capítulo 36. Julio Cortázar.
6.2.07
Cada vez que el ángel se duerme y entra la bruja.
En un instante nace la magia y los sentidos se agudizan. Sólo en ese estado los ojos son capaces de comer, la voz es capaz de perforar y la piel es capaz de extraer la esencia. En esas calles no existen la memoria ni el miedo, entonces caminamos por intuición, genuinos como antes de las decepciones, limpios como antes del desamor; y caminamos y corremos y nos agitamos y seguimos y seguimos y seguimos locos por alcanzar esa quimera: un amor no vulgar.
Pero hay tanto ruido que el ángel se despierta, se asusta por la velocidad y un déjà vu le muestra el dolor. Entonces el ángel le pide a la bruja que se aleje, que se aleje por favor, porque tiene mucho miedo de que ese corazón no sobreviva a otra desilusión.
El miedo del ángel es tan fuerte que mata a la bruja. El hechizo desaperece, la magia se resiste a morir pero el miedo lo inunda todo, casi todo. Del encuentro de los ojos nació un brillo tan fuerte que logra sobrevivir, pero como todo brillo encandila, y el que tiene naturaleza sangre lo mira de frente, y el que no, se va.
26.1.07
Si soy lo que soy es gracias a vos. Me enseñaste todo. Me quisiste como nadie desde el día que nací, porque tenés el corazón más grande del mundo.
¿A ver si te acordás de estas cosas?
Al rato de tener la luz apagada siempre te decía ¿Keké estás despierto?
Cuando le cobrábamos a mamá por hacer mandados para juntar plata para llevarnos a San Clemente, y si vos tenías más que yo, vos trabajabas para mí. Y si yo tenía más que vos, yo trabajaba para vos.
Un día nos escondimos en el auto para ir a la fábrica de papá, y creíamos que él no se había dado cuenta.
Cuando llegábamos a la rotonda de las luces nos poníamos contentos porque sabíamos que ya estábamos cerca de San Clemente.
Cuando estábamos en el norte, vos te trepaste a una montaña y papá te gritó “si te caes que te cure Lola”.
Cuando otras vacaciones de invierno estábamos en Santiago del Estero y como no sé qué habíamos hecho mal, nos escapamos a la hora de la siesta y le fuimos a comprar a mamá una fuente artesanal que obviamente no le gustó. Esa tarde nos preguntaron si éramos mellizos.
Y cuándo me dijiste que en la pizzería después de ir a ver a River papá te dijo que te quería más a vos que a mí :p
Cuando soñábamos encontrar un mapa con una cruz que nos marque dónde había un tesoro.
Cuando fuimos los cuatro juntos al cine a mirar La sociedad de los poetas muertos. Y las mil quinientas veces que vimos E.T.
La primera vez que te emborrachaste íbamos cruzando el puente de Gral. Paz en el Fitito de Gonzalo y te querías tirar!
Todas las veces que me dejaste manejar el auto de papá aunque todavía yo no tenía registro.
Cuando fuimos a ver el discurso de Fidel y gritamos juntos “hasta la victoria siempre”.
Cuando cantábamos “ay che bostero, mirá qué distintos somos…” en el glorioso Monumental.
Cuando me enseñabas todas las reglas del baseball cada vez que empezaba la temporada.
Cómo me enseñaste a admirar a Magic, a Kobe, a Raúl, a Rocky y a Dostoievski.
Cuando te dije “cuchi, estoy yendo con el ídolo”. No me olvido nunca más de la puerta de Miloca, tu cara cuando lo viste y le dijiste “hola Ariel”.
Cuando salió Joaquín al escenario del Gran Rex. Y cuando salió al escenario del Teatro Nacional del DF también tenés que acordarte, porque te juro que yo te tenía ahí conmigo.
Así crecí, sintiendo que sos lo más importante que tengo en la vida y confiando en vos ciegamente. Sos el mejor hermano que podría haber tenido en el mundo, sos el mejor periodista, sos el mejor amigo y cada día que pasa sin vos sé que me estoy perdiendo un mundo de cosas.
Felices 30 hermano, bienvenido al resto de tu vida.
25.1.07
Simplemente soy tan feliz de haberlo vivido, y juntas. Te quiero para siempre Moi!
8.1.07
3.1.07
14.12.06
9.12.06
La primera vista de Paris, desde el bus que nos llevó del aeropuerto Charles de Gaulle hasta la Garde du Norde.
Te conozco desde que nací porque mi nombre lleva tu perfume. Mi abuela nunca me agarraba aupa pero me dio su amor a través de las historias que te nombraban. Me quería tanto que me regaló su sueño y estoy segura que ese día me miró desde el cielo entendiendo que también estaba ahí por ella. Hoy, 9 de diciembre, hace un año que cumplí el sueño de mi vida: llegué a Paris. Puedo recordar exactamente lo que sentí en el corazón cuando salí del hotel, caminé hacia el Sena y desde uno de sus puentes miré a la derecha y vi Notre Dame, mire a la izquierda y descubrí Shakespeare & Co. Un momento así no tiene olvido. Hoy tomé un chocolate en Le Pure Café, hoy viví las calles del Quartier Latin. Y hoy te extrañé tanto que me metí en tus sueños y de alguna manera llegué otra vez a París.
8.12.06
23.11.06
Y de repente estaba ahí arriba. Mirando el Pacífico pero viendo mucho más. El silencio del cielo se parecía a mi paz y el vértigo se parecía a mi alegría. A qué le podía tener miedo, si siempre todo termina siendo como debe ser. Si tengo la mejor familia del mundo, si mis amigos de Baires esperan que llegue y los de México esperan que vuelva. Si parece que Ismael y Sabina fueron al DF el mismo fin de semana sólo para mí. Si subimos a las Pirámides de Teotihuacán, si bajamos al fondo del mar a ver pececitos de mil colores. Si pisé el Zócalo y estuve frente a la cama de Frida. Si él me incluye en esa categoría de mujer mientras toca la guitarra con su voz partida. Si tenemos mojitos de La Bodeguita del Medio. Si vimos a Julio Bocca bailar nuestra música a 10.500 km de casa y a Fito cantar Cadáver exquisito. Si se nos hizo tan grande el corazón que somos capaces de darle un valor incalculable a un alfajor. Si para reírnos sólo necesitamos estar juntas bailando y cantando “estos días que corren mi amor, es aquí que nos tocó vivir”.
14.11.06
8.11.06
6.11.06
Déjà vú. Otro noviembre que no debía existir. Pensaba que no tenía nada para mí entonces traté de ayudarlo a pasar rápido para que llegue Buenos Aires. Pero acá está recordándome que para que las cosas cambien no se necesitan más que unos segundos de vida. Me presenta al DF en forma de piel. Una piel que está justo en la mitad del camino que separa la realidad de la fantasía. Pero eso yo no sé cuánto puede doler. Yo paso de la realidad que te arrastra por el suelo, al cielo de conseguir lo que parece imposible. ¿Cómo será tener algo hermoso y real? No voy a mirar atrás, mi papá me enseñó que siempre hay que mirar adelante. Eso fue lo que me puso de pie y me hizo llegar hasta esta habitación que está tan lejos de mi casa. A pesar de todo su amor, a pesar de quedarse sin su beso de todas las buenas noches y de cada gol de River, a pesar de no tener con quién jugar, a pesar de no tener con quien discutir, a pesar de todo su miedo por creerme tan chiquita, me enseñó que para crecer cada día que me despierto tengo que mirar hacia adelante. Como dice Ismael “que el hecho de estar vivo siempre exige algo” y sí, claro que sí. Sigo aprendiendo que en la vida todo es ganar y perder. Quiero decir que me siento viva cuando lloro, cuando me duele, pero también quiero decir que es difícil crecer a conciencia, aprendiendo en cada paso. Aunque no concibo que la vida me pase de otra manera, porque una lágrima es el precio de haber tenido una risa. Y parece ser que la vida así es. Es ganar para después perder, es perder para ganar después. Y duele. Es verdad, amarte duele. Amar una ciudad, amar una amistad, amar un gesto, todo eso duele y ese dolor denota la gran felicidad que nos da cuando existe. Qué delgada que es la línea que separa la felicidad del dolor. Pero habrá que aprender a estar viviendo sobre ella.